viernes, 19 de marzo de 2010

Paralela-Mente


Se inunda de estrellas
la habitación,
la percepción y el sentido sexto
se embriagan,
culpa mía por dejar
la puerta entreabierta
para permitir escapar a mi alma.
Es la misma postal
que se repite,
pero la recibo cada vez
más bella, diferente.
Es mi jardín del fondo
repleto de flores y guirnaldas,
es mi puerta de entrada
llena de espinas y fantasmas.
Había cortinas inmaculadas,
había un camino hecho
de arena cálida y caracoles,
había un mar universal
cayendo desde otra galaxia
hasta las orillas
de mis líneas en llamas.
Se abre una mano
en pleno viaje astral,
soltando como lluvia
mis diamantes de sal,
soltando un amor
que supo ser sideral...
Vienen a mi garganta
notas de otro palpitar,
quieren entrar, quieren sonar,
ser como las hojas del otoño
que por las plazas se van.
Se evapora el cuerpo,
cada partícula de átomo se separa,
cuando la habitación
se inunda de estrellas
al querer dejar escapar a mi alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario