jueves, 18 de marzo de 2010

Hogar del verbo "fue"


En el nicho de tus soledades guardas
todos los astros que alguna vez
te vieron pasar, parir y partir,
olvidar, perdonar y vengar,
en ese rincón oscuro de tu mente
donde todo es demasiado doloroso y real.
Las flores están a la orden del día,
siempre puntual con la frescura
de la memoria palpitante.
Singular juego de luces
iluminan el legado petrificádo,
brilla ese espacio en tu mente,
se trasluce en lo subjetivo de tus actos.
Y aún vos enrollas y desenrollas,
algunas veces por año,
los pergaminos de esos silencios
nunca redimidos ni refutados.
Son pedestales a tu cima
al fin y al cabo...

1 comentario: