lunes, 11 de octubre de 2010


Escupo mi nombre al sueño de lo perfecto,
vuelvo a sumergirme en lo etéreo,
tiempo al tiempo,
sueño al sueño,
miedo al miedo…
Y alzo mi mano y acaricio las notas
de la banda sonora de lo que proyecto,
y no tienen cabida las alegrías ahora,
no tienen cabida las aves
en medio de tanta incertidumbre voraz
a la hora de la inconciencia de las masas.


Ojala antes de partir
pueda susurrar a tu boca
cada verso que es inexorablemente tuyo,
ojala tu boca no lleve mordaza
para poder tragar una a una las palabras,
para poder darme una vez más
aliento de libertad…