
Se ahoga la ahogada
en las partículas de los cielos
que vienen desde distantes milenios
a salvarla del desconsuelo.
Porque los sentimientos tampoco
se reciclan ni destruyen,
pueden inmunizarte de lamentos
o matarte de a poco por dentro.
Me empapo de noche,
me empapo de trasgresión,
me empapo de sonidos,
me convierto en melodía
de cataratas extra-terrestres,
de diamantes de lava
dejándome ciega, olvidada,
de oasis cristalinos
donde me transformo en palabras.
Involuciono a los tiempos
donde los Dioses gobernaban
y vuelvo como viento
a embriagar de a poco tú alma.
Se borran pronto
las sombras sombrías,
la ahogada en si misma
se crea nuevas utopías.
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