lunes, 3 de enero de 2011

Des-Velo


Se abrieron ante mí las puertas de mis tormentos,
se abrió mi pecho, se partió completo,
escupió las dagas brillantes, escupió las dagas de fuego.
El viento azotaba todo, el viento quería derrumbar mi suelo,
pero no podía contra lo que ya estaba hecho,
no podía evitar que mis lágrimas llegaran al cielo…
Caen las tempestades ante mis pies,
caen los caóticos momentos íntimos,
las derrotas, los peores sueños,
no hay mirada, no hay ojos, no hay manos, no hay piel…
No hay limites entre mi mente y el universo,
no hay sólo una mente, no hay sólo un universo…
Infinito es el espacio que se me presenta,
infinita la noche que me alimenta,
aunque vaya sola, aunque “él” esté lejos,
ya no temo, ya no guardo silencio…

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