domingo, 18 de julio de 2010

Mudar

Negro es el marco
que resguarda al abismo,
era templado el tiempo
hasta que la lluvia comenzó.
Se presenta con una reverencia
la penumbra,
pisa las flores
donde el espíritu cayó,
mientras dentro del marco
la metamorfosis se completa,
se endurecen los sentidos
pero nunca el corazón…
Pienso en una piel
que parece de algodón,
con manos de ángel
y un nido sin dolor,
pienso un terremoto
que proviene del infinito,
con orquesta de otro siglo
la farsa terminó.
Las Musas me crearon
un lecho de jazmines,
algún viento celestial
vino a ocupar mi voz,
parece pretencioso
pero no hablo de la humana,
hablo de la esencia
que en mi centro se posó.

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